martes, 19 de mayo de 2009


CONTROL DE LA DIABETES
En los pacientes diabeticos, la forma de controlarse y saber las cifras de gucosa en sangre en cada momento, es hacerse una toma de glucemia.

Esta se realizarà proporcionando un leve pinchazo en la zona distal de los dedos de la que obtendremos una pequeña gotita de sangre capilar, la que pondremos en el medidor de glucemia, y en breves segundos nos dirá qual es el nivel de glucemia.
Los niveles idoneos de glucemia son de 90-110 aproximadamente.
Si estos niveles bajan consideramblemente hablaremos de HIPOGLUCEMIA lo que supondrá que nuestra sangre llevarà menos glucosa de la necesaria para una correcta función de nuestro organismo.Si los niveles de glucosa aumetan, hablaremos de una HIPERGLUCEMIA lo que supondrá que los niveles de glucosa en nuestra sangre son mayores que las cifras optimas.

domingo, 17 de mayo de 2009

sábado, 16 de mayo de 2009

Videos de la Diabetes mellitus

http://www.youtube.com/watch?v=6fmYLF-uiNI

http://www.youtube.com/watch?v=JC1z2XpLjCQ

Diabetes y pié diabético

Cuidados del pie diabético

¿Por qué es importante el cuidado de los pies en el paciente diabético?

En la evolución de la diabetes, las complicaciones más frecuentes son la afectación de nervios y arterias. Las alteraciones vasculares alteran la circulación sanguínea y facilitan la aparición de edemas y de zonas mal vascularizadas, que dificultan la curación de las lesiones y heridas. La neuropatía diabética provoca la pérdida de sensibilidad, atrofia muscular y dolor.
Ambas alteraciones tienen especial repercusión en los pies, aumentando la frecuencia de producción de erosiones, pinchazos, cortes, quemaduras… que si no se cuidan se convierten en úlceras, facilitan la infección y pueden llevar a la gangrena y a la necesidad de amputaciones.



¿Cómo deben de cuidarse los pies en el paciente diabético?
Para evitar la aparición de úlceras, lesiones, infecciones y necrosis en lo pies es muy importante que el paciente diabético mantenga un buen control de la glucemia y evite los factores que pueden aumentar el riesgo de lesiones vasculares y nerviosas mediante:
Control de la glucemia, manteniendo correctamente el tratamiento con insulina y/o hipoglucemiantes orales;
Dieta alimenticia que facilite la estabilidad de los niveles de glucemia en sangre, evite la obesidad y garantice un adecuado aporte de proteínas, vitaminas y minerales al organismo;
Ejercicio físico que facilita el mantenimiento del peso adecuado, el metabolismo de la glucosa y la correcta circulación sanguínea en los pies;
Llevar un buen control de la tensión arterial y de los niveles de lípidos en sangre;
No fumar ni consumir alcohol u otras drogas.
Además es esencial cuidar diariamente los pies, revisándolos para vigilar si aparecen heridas, rozaduras, ampollas o grietas. Para la revisión diaria se aconseja realizarla con buena iluminación natural e inspeccionando bien todas las zonas de la planta y de los espacios interdigitales con la ayuda de un espejo. Se debe de acudir al médico en caso de que aparezcan lesiones, cambios de color, dolor o hinchazón en los pies.
La correcta higiene de los pies y la elección adecuada del calzado es la estrategia básica para evitar la aparición de rozaduras, heridas, quemaduras y lesiones:
Lavarse los pies diariamente con agua templada (ni muy caliente –que no supere los 37 grados- ni muy fría). Se aconseja comprobar la temperatura del agua con un termómetro de baño o con el codo, ya que es frecuente que en los pies se pueda haber perdido la sensibilidad y no se perciba la temperatura real del agua;
Secar bien los pies con una toalla suave y sin frotar, con especial cuidado en los espacios interdigitales. Si la piel está muy seca se puede aplicar una crema hidratante pero con la precaución de no aplicarla en los espacios interdigitales.
Mantener los pies secos utilizando talco no medicinal antes de calzarse cada mañana y cada vez que se cambie de calcetines o calzado.
Las uñas de los pies deben de cortarse con tijeras de punta roma, y en línea recta para evitar que se encarnen, sin apurar el corte ni erosionar los dedos. Es aconsejable utilizar una lima para mantener la longitud de las uñas y pulir los bordes.
No se deben de cortar ni quitar las durezas y callos de los dedos, ni utilizar callicidas, de ser necesario debe de consultarse un podólogo.
No se deben de utilizar pomadas, alcohol o desinfectantes para las heridas de los pies, ya que pueden irritar la piel o cambiar la coloración de la piel y de la herida, dificultando su seguimiento médico. Las heridas deben lavarse con agua y jabón, siguiendo las recomendaciones del médico.
Los pies no deben de colocarse cerca del fuego, estufas o fuentes de calor.
Se debe de evitar el uso de ligas, gomas o calcetines con elásticos en el borde ya que dificultan la circulación sanguínea.
Evitar andar descalzo.
Utilizar crema de protección solar también en los pies si se está expuesto al sol.
¿Cómo elegir el calzado?
Conjuntamente con las normas de higiene, deben de mantenerse unos buenos hábitos de selección y uso del calzado:
El calzado debe de utilizarse siempre con calcetines.
No utilizar sandalias, chanclas o zapatos que dejan los pies al descubierto.
Se debe de evitar el uso de zapatos con tacón y que terminan en punta.
El calzado debe de ser cómodo, que no ajuste ni provoque rozaduras o lesiones en los pies.
Los zapatos se aconseja sean de piel, sin costuras internas, flexibles, ligeros, transpirables y con el suelo que no resbale.
Se aconseja comprar el calzado al final del día, cuando los pies están más hinchados, así el zapato que en ese momento es cómodo, se garantiza que lo será a lo largo de todo el día.
Los zapatos nuevos deben de utilizarse durante periodos cortos los primeros días.
La compra de zapatos ortopédicos debe de realizarse bajo criterio y prescripción médica.
Los zapatos deben de mantenerse adecuadamente, reparándolos y asegurando el buen estado de las suelas.
Se debe de revisar el interior del calzado antes de ponérselo, para evitar que haya algún elemento (piedra, gravilla, alguna pieza del zapato…) que pueda lesionar el pie.
Es aconsejable tener más de un par de zapatos para cambiarlos cada día y alternarlos, así se garantiza una buena ventilación de los zapatos y se evita la presión siempre en las mismas zonas del pie.
Los calcetines y medias deben de ser de tejidos naturales (lino, algodón, lana) y sin costuras. No se deben de utilizar medias o calcetines sintéticos, con elásticos o gomas. No deben de quedar ni prietos ni flojos en la pierna y el pie.
Se deben de cambiar diariamente los calcetines o medias, y si los pies sudan mucho o se ha hecho mucho ejercicio más de una vez al día.

viernes, 15 de mayo de 2009



TIPOS DE DIABETES


Diabetes tipo 1
En la diabetes tipo 1 (antes conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente), el cuerpo deja de producir insulina. Cerca del 5 al 10 % de los pacientes con diabetes presentan el tipo 1, generalmente se desarrolla en niños o en jóvenes, pero puede ocurrir a cualquier edad. En general se presenta en personas delgadas o que tienen un peso adecuado.
La diabetes tipo 1 se presenta cuando las defensas del propio organismo (sistema inmune) destruyen las células beta del páncreas. Aun así no se sabe a ciencia cierta que la causa, los científicos creen que tanto la historia familiar de la persona como el medio ambiente (virus, en especial el Coxsackie B) juegan un papel importante para desencadenar este “proceso auto-inmune”.
Las células beta del páncreas son la “fábrica” donde se produce la insulina, y debido a que los pacientes con diabetes tipo 1 no pueden producir su propia insulina y la necesitan diariamente de dosis de insulina para sobrevivir.



SÍNTOMAS
Hay una gran variedad de síntomas para la diabetes tipo 1. Muchos de ellos pueden presentarse en forma súbita.
-Sed excesiva
-Orinar frecuentemente
-Pérdida de peso inexplicable
-Aumento del apetito
-Fatiga
-Visión borrosa
-Aliento con olor a frutas
-Heridas que no sanan
-Azúcar en la orina
-Piquetes en los pies
-Piel reseca
-Infecciones vaginales y urinarias frecuentes
-Pérdida del conocimiento

Diabetes Tipo 2

La diabetes mellitus tipo 2 supone el -90 % de los casos de diabetes. La frecuencia de la diabetes mellitus está aumentando en todo el mundo de forma acelerada.En este tipo de diabetes se producen trastornos metabólicos caracterizados por una elevación inapropiada de la glucosa en sangre (hiperglucemia) que da lugar a complicaciones crónicas por afectación de grandes y pequeños vasos y nervios. La alteración subyacente en esta enfermedad es la dificultad para la acción de la insulina (como una pérdida de sensibilidad de los tejidos a esta hormona) que denominamos insulinorresistencia y una secreción inadecuada de insulina por las células encargadas de su producción en el páncreas. Además de aumentar la concentración de glucosa la acción deficiente de la insulina se traduce frecuentemente en elevación de los niveles de colesterol y/o triglicéridos.
La mayor parte de los casos de diabetes mellitus tipo 2 se producen en el contexto de lo que llamamos Síndrome Metabólico. En este síndrome se asocian diabetes, hipertensión arterial, aumento de los niveles de colesterol, triglicéridos y/o ácido úrico y sobrepeso probablemente debidos también a la insulinorresistencia. El Síndrome Metabólico eleva notablemente el riesgo cardiovascular y es una causa fundamental de muerte en los países desarrollados.

La diabetes mellitus tipo 2 se caracteriza precisamente por ser prácticamente asintomática en sus fases iniciales. Este es en realidad el gran problema, ya que diagnosticamos diabetes con retraso (varios años con frecuencia) y se calcula que hasta un 50 % de personas con diabetes mellitus tipo 2 permanecen sin diagnosticar en este momento. Esto hace que con frecuencia (hasta un 20 %) las personas con este tipo de diabetes presenten signos de complicaciones en el momento del diagnóstico.
Todo ello hace que la diabetes mellitus tipo 2 haya que buscarla de forma específica en las personas con riesgo, esto es
-Cualquier persona a partir de los 45 años
Menores de 45 con:
-Obesidad
-Antecedentes familiares de DM
-Diabetes urante anteriore embarazos y niños con peso al nacer superior a 4 kg.
-Hipertension arterial
-Colesterol y trigliceridos elevados
-Antecedentes de alteraciones de glucosa en la sangre






Otros tipos específicos de diabetes:
representan alrededor del 1% de los casos y son originados por otras causas incluyendo las siguientes:
-efectos genéticos en la función de las células β
-Defectos genéticos en la acción de la insulina
-Enfermedades del páncreas exócrino
-Endocrinopatías
-Inducida por medicamentos o químicos
-Inducida por infecciones
-Formas no comunes de diabetes mediada por inmunidad
-Otros síndromes genéticos asociados con diabetes
Diabetes mellitus gestacional:
consiste en la intolerancia a la glucosa que se manifiesta en el tercer trimestre
del embarazo; es ocasionada por la acción de las hormonas contrarreguladoras que produce la placenta, y por la resistencia a la insulina que ocurre en condiciones normales durante el embarazo. Es importante que el médico general haga una búsqueda intencionada en pacientes embarazadas.

DIABETES MELLITUS

La diabetes mellitus (DM) es un síndrome orgánico, multisistémico y crónico que se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia). Es causada por la baja producción de la hormona insulina, secretada por las células β del páncreas, o por su inadecuado uso por parte del cuerpo, que repercutirá en el metabolismo de los carbohidratos, lípidos y proteínas.